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Netbreak Cap. 6 - ¡Good morning Vietnam!Una historia de amor-odio contada en tres partes. Parte I: E


¡Hola! Bienvenidos al relato de la etapa 5 del Netbreak, una de las que más ilusión nos hacía...¡Vietnam! En Komodo conocimos a varias personas que viajaban por el sudeste asiático que coincidían que era el país que más les había gustado, así que nuestras espectativas con Vietnam era muy muy altas. Ya anticipo que no ha sido oro todo lo que ha relucido en Vietnam (de ahí el título del post) pero la experiencia en general ha sido altamente positiva :) ¡Aviso al lector! Este relato es un poco más largo que el resto..las 3 semanas en Vietnam han dado pié a varias historietas. Así que lo vamos a escribir entre los dos y dividido en dos partes esperando que no solo nuestros padres lleguen al final de la historia (ya que son los mayores fans del Netbreak😘).

Vinh Long El último post lo dejamos en Camboya, en nuestro bungalow de Koh Rong dónde empezamos con el #modovoltereta. Decidimos cruzar a Vietnam por la costa sur, para evitar volver a Phnom Penh. Así que gestionamos desde allí el visado y empezamos el camino de 11h hasta nuestra primera parada, Vinh Long, en el delta del Mekong. La entrada a Vietnam fue muy buena. En la frontera el policía vietnamita nos saludó con un efusivo "¡Welcome to Vietnam!" y nosotros no parábamos con el ¡¡¡Gooooooood morning Vieeetttnammmmm!!! (Ya que vimos la peli con el mismo nombre días antes, protagonizada por Robin Williams y muy recomendable para todo aquél que no la haya visto). De hecho, estábamos tan "emos" con la expresión que hasta nos compramos camisetas con la frasecita en Ho Chi Minh (😅), a las que después pillamos manía y no nos queríamos poner, pero eso vendrá más adelante...

Al cruzar la frontera de Ha-Tien nos montamos en el primero de los tantos bus-cama o "sleeping bus" que cogeríamos en Vietnam. ¡Pero que gustazo de bus! Sabemos que ponemos mucho énfasis en el tema de los transportes, pero es que al movernos solo por tierra pasamos muchas horas (y hasta días enteros) montados en ellos así que cuando encontramos uno "bueno" en el que estamos cómodos montamos la gran fiesta 😀

El bus muy cómodo, pero el conductor nos hizo la 13/14 (o 3 14 dice Agus) y en vez de dejarnos en la estación central de Vinh Long nos dejó...mmmm....¿en medio de la nada? A unos 4km de la ciudad en mitad de la carretera. Total, nos bajamos sin saber dónde estábamos y unas cuantas taxi-motillos se nos empezaron a acercar pidiéndonos un pastón por llevarnos a la ciudad. Con el cansacio y el cabreo que llevábamos la situación nos estaba poniendo bastante nerviosos...pero ¿qué podíamos hacer? Estabámos en medio de la carretera...Ya nos habían hecho la primera jugarreta estos vietnamitas y nos querían sacar nuestros dólares como locos (como nos ha ocurrido varias veces). De golpe, dos chicas jóvenes en moto se nos acercan y nos dicen que esperemos unos minutos que nos llevan gratis. Que no es ninguna loca y que si confiamos en ellas van a por otra moto y nos llevan. Nosotros nos quedamos...¿Mande? ¿Qué quieres a cambio? La chica nos decía que le gustaban mucho los guiris y que solo quería ayudar, que sino esta "bad people" nos iba a cobrar mucho por el taxi y no estaba bien. También nos dijo que era católica y que quería hacer ese día una buena acción. Nosotros no sabíamos que hacer...por un lado queríamos confiar en esas chicas (otras experiencias del viaje nos habían dado una gran lección de confianza en la gente que solo quiere ayudar), pero por otro lado....la historia de la buena acción diaria nos sonaba un poco a cuento chino 😓 Al final, confiamos, e hicimos bien, porque las chicas nos dejaron en la ciudad y a cambio solo nos pidieron una foto (chúpate esa bad karma!).

El alojamiento que escogimos era una homestay en un islote del delta de Mekong. La estancia allí fue corta pero la mar de agradable. Pudimos recorrer en bote alguno de los afluentes del Mekong y ver uno de los mercados flotantes. También vimos el primer mercado local vietnamita dónde vimos una de las cosas que más nos impactó del viaje. Una señora despellejando y degollando ranas, que después de la masacre aún seguían moviéndose 😰😰 Me costó mucho no echar el desayuno después de ver eso...(Ahora soy Marta, btw)

Pobres 😪

Saigón (Ho Chi Minh City) Y de camino a Saigón otra vez con el...¡Gooooooddd morningggg Vietnam! Llegamos a la caótica y nada valorada en los blogs de viaje, Saigón. No esperábamos gran cosa pera la ciudad nos pareció muy interesante para pasar un par de días, sobretodo por los temas históricos de guerra.

Nosotros con Ho Chi Minh:

La oficina de correos diseñada por Eiffel:

Los franceses construyeron hasta una catedral de Notre Damme:

Visitamos el museo de guerra, que tiene fotografías bastante impactantes sobre los efectos de la guerra y en especial, sobre el impacto que sigue teniendo en la actualidad las sustancias químicas lanzadas sobre Vietnam durante años. El temido agente naranja lanzado por los soldados estadounidenses en la jungla para "barrer" la zona y facilitar la visión aún hoy en día causa malformaciones en recién nacidos. El napalm, famoso por la fotografía de una niña corriendo gritando por el dolor del quemazor es otra de las sustancias con las que se "cebaron" en inundar Vietnam. Además de todo esto, el horror de las minas antipersona repartidas por todo el país que causan unas 1.500 muertes al año desde que acabó la guerra. Tenemos que decir que este museo estaba totalmente decantado por un bando, pero sirve de muestra para ser conscientes de las terribles consecuencias de una guerra de estas dimensiones. También visitamos el palacio de la Reunificación (antes palacio de la Independencia) , antigua residencia del presidente de Vietnam del Sur. El interés de esta visita reside en ver el edificio presindecial tal y como lo dejaron después de que las "fuerzas de liberación" entraran en Saigón en el 1975. Hasta se pueden ver los mapas de guerra, los búnkers...hace que te traslades por un momento a esa época.

Los días en Saigón también nos sirvieron para ver la circulación tan caótica que existe en las grandes ciudad de Vietnam. En Saigón hay 7.5M de motos, y las reglas de circulación digamos que brillan por su ausencia. No hay casi semáforos, y los pasos de zebra no se respetan. Para cruzar la calle, tienes que literalmente lanzarte a la carretera haciendo la señal de stop con las manos e ir esquivando a las motos para las que parece ser eres invisible. Cruzar calles amplias se convierte en una tortura...¡pero vaya caos tienen aquí montado!

También empezamos a probar la comida vietnamita...¡¡una de nuestras favoritas del viaje!! Y por último, empezamos a ver señales del carácter tan brusco y arisco que tienen algunos vietnamitas con los extranjeros, especialmente en los comercios, una de las cosas que han ensombrecido nuestros días en Vietnam. Estos son algunos ejemplos de cosas que nos pasaron en Saigón:

- Estábamos mirando unos souvenirs en una parada y la dependiente nos dijo: "you very slow, just shop and go". Agus y yo nos miramos pensando, ¿de verdad ha dicho eso? Anda y que te den tía... - Preguntamos el precio de unas zapatillas a la dependienta de una tienda que estaba mirando en ese momento la novela. Nos pone el precio en la calculadora. Pensamos que era caro, y le preguntamos por el precio de otras. Y la señora nos mira con una cara de mala leche importante, nos pone el precio en la calculadora y la tira delante de nosotros rebufando encima. Pero señora, ¿usted pretende vender así? Agus hasta le incriminó la falta de modales, pero mira, no vale la pena discutir con gente así. Además de estos ejemplos puntuales, entramos en varios comercios preguntando por tarjetas sim y nos respondían con un rotundo no. Ni hola, ni gracias ni adiós...la falta de modales es una cosa que hemos visto en Vietnam de forma bastante generalizada. Los hola, gracias, adiós parece que no se estilan mucho y han sido cambiados por las malas caras, los empujones y los timos. En los trayectos en bus hemos tenido varias escenas de estas. Los conductores y revisores no suelen hablar inglés y cuando insistes con algo (como dónde cogemos el próximo bus después de una conexión) te contestan gritando y en vietnamita, como si por gritarte les fueses a entender más. Además, en Vietnam olvídate de que alguien te ayude a meter o sacar la maleta del maletero. Te lo abren y ¡Ale, sírvanse!. Tienes que pegarte con la gente que tienen de todo menos respeto para buscar tu mochila y el conductor se queda ahí mirando el espectáculo sin mover un dedo.... Durante estas tres semanas tenemos que reconocer que no ha sido fácil no perder los modales, empujando de vuelta cuando te empujan, pisar mochilas para coger la tuya o no decir adiós ni gracias cuando te encuentras con dependientes bordes. Y a lo de las sonrisas...¡olvídate! Aquí no te sonríe nadie, solo te miran con cara de desconfianza o son simpáticos para venderte algo 5 veces más caro de su precio. Mui Né Si ya veníamos "calentitos" con el tema de los vietnamitas, durante nuestra estancia en Mui Né llegamos a nuestro límite. Mui Ne está al sur de Vietnam, decidimos ir allí ya que la Lonely Planet la ponía como una de las mejores zonas de playa del país y además tenía una zona de dunas bastante interesante. La zona en sí no nos atrajo para nada. La zona de playa está plagada de resorts que tienen todos su "trocito" de playa con tumbonas incluídas. La zona es famosa por el kite surf, por lo que hay mucho viento y tumbarse en la arena es incómodo (como en Tarifa). Paseamos por la playa para ver si podíamos encontrar algún sitio dónde tomar algo y usar las tumbonas y ahí pasamos uno de los momentos más desagradables de todo el viaje. Nos acercamos a un resort a preguntar si podíamos alquilar tumbonas o tomar algo y el guardia de seguridad se nos acercó a nosotros y sin ni dejarnos ni siquiera abrir la boca nos dijo "Go, go", señalándonos la playa con el dedo, como si fuésemos unos perros. No os podéis imaginar cómo nos sentimos en ese momento. La rabia, la impotencia, Agus le increpó su falta de edución pero no valía la pena perder más el tiempo allí. Teníamos tal cabreo que 10min más tarde estábamos escribiendo reviews terribles sobre este resort en todos los sitios posibles (Resort Terracotta, no vayáis 😔).

Alquilamos moto y fuimos a una zona de playa más alejada de los resorts a ver si ahí encontrábamos la playa paradisíaca que nos "habían vendido", y aunque la playa era bonita y estábamos solos, la suciedad y el olor a pescado (ya que Mui Ne es pueblo de pescadores) hicieron que saliésemos de ahí por patas. Los días de sol y playa tendrán que esperar.

Una cosa que sí nos gustó de Mui Ne fueron las dunas. Vimos el amanacer desde las dunas rojas, que se ponían de un color precioso al amanacer, y después visitamos las dunas blancas, que eran más grandes.

¡No esperábamos ver dunas tan grandes en Vietnam! Eran más grandes que las que habíamos visto en el desierto de Marruecos... La visita a las dunas nos gustó mucho y lo pasamos muy bien haciendo el payaso por ahí.

Todo iba bien hasta que nos pararon unos polis volviendo a Mui Ne. Y no nos pararon porque hubiera un control, no. Nos vieron guiris, nos persiguieron y nos hicieron parar. International driving license, please. Of course, no la tenemos. Ya teníamos que pagar la multa y encima no habíamos hecho el truco de separar el dinero como hacíamos en Bali. 1M dongs. ¿quééé? No tenemos!!Al final pagamos la mitad, unos 30 dólares, pero nos sentimos idiotas y nos dió muchísima rabia esta "busca y captura" del guiri para que apoquinen sus dólares. Eso es un abuso y no se debería permitir 😡 Podréis imaginar que después de estas historias nuestra imagen de Vietnam quedó por los suelos. Entramos en una espiral de sentimientos negativos hacia el país que nos hicieron plantear acortar el viaje y pasar más tiempo en Laos. Vale, será lo bonito que quieras, pero el trato que recibes y la gente hace mucho también de tu experiencia viajera. Y nosotros en Vietnam solo notábamos que los vietnamitas no tienen nada de ganas de ver a occidentales en su país y si los ven lo único que quieren de ellos es sacarle cuanta más pasta mejor. También hay que entender el contexto y el pasado del país, todo el sufrimiento de la gente por guerras contra "occidentales" supongo que deja huella en un país, y esa es la forma de expresarlo. En esos momentos, recordamos en varios momentos la amabilidad y el trato recibido en los países anteriores. Las bromas sobre Madrid-Barcelona que nos hacían en Indonesia, la ordenada Malasia y las sonrisas camboyanas... ¿Querías ir a Vietnam y ahora te hemos dejado con el bajón? Lee la parte II de nuestro relato por Vietnam y te entrarán increíbles ganas de visitarlo :)

To be continued...


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